En la Interacción con Animales
Los animales no juzgan a priori y se acercan sin
miedo y con aceptación; sin condiciones. En ellas despiertan sentimientos de ternura
y cariño que pasan al circuito emocional, es decir, comienza “un movimiento
sutil” en el campo afectivo provocando una expansión. Lo viven como relajación,
paz y placer. En esta interacción, sobre todo con animales grandes (ciervos,
caballos) y según la idiosincrasia de cada persona, aparecen también emociones
reactivas como el miedo y la incertidumbre, ocasión para intervenir haciendo un
“coaching con animales”; cuando se genera este campo de interacción se utiliza
como espejo y oportunidad de entrenamiento en competencia emocional.